La historia de Harvey Averne, uno de los productores más influyentes de la salsa


En 1976, cada uno tomó su rumbo y Averne se dedicó a los álbumes de Eydie Gormé y Machito, así como a los discos con Cortijo y Su Combo Original. Sin embargo, para finales de esa década, el sello Coco estaba en la ruina, según Averne, por problemas financieros.

Su última incursión en el negocio discográfico fue como socio de la discográfica Prism Records (precursora del sello de hip hop Cold Chillin’ Records), durante la cual conoció a una joven Madonna (dice que aún conserva algunas de sus primeras maquetas).

A principios de los ochenta, cuando se terminó su carrera en los sellos discográficos, Averne cayó en un periodo oscuro.

“Todo se vino abajo”, dijo. “Durante un par de años ni siquiera contesté el teléfono”.

Cuando Carlos Vera, un DJ y entusiasta del bugalú que ha colaborado de cerca con Averne en los últimos años, lo conoció en la década de 2010, “no se estaba cuidando”, dijo, y el joven viajaba desde su casa en el Upper West Side hasta el apartamento de Averne en Queens varios días a la semana. Lo ayudó a renovar su apartamento, organizó sus artículos de época y le ayudó a tener acceso a internet. “Lo presioné para que comiera bien y se cuidara más. Tardé mucho en convencerlo”.

Ahora, Averne está de mejor ánimo. “Sigo ganando dinero con la música”, dice. “Sigo teniendo mi propia disquera y he escrito más de 50 canciones”. Pero, sobre todo, está retirado. “Tenía esta sensación de: ‘Harvey, lo lograste. Te lo demostraste a ti mismo’”.

Y aunque la mayoría de sus amigos ya no están (entre ellos Larry Harlow que murió en 2021 y el locutor de radio salsero Polito Vega este marzo), Averne dice: “Nunca me he sentido solo. Cuando tenía mucha gente alrededor, no era porque los necesitara. Era porque así lo quería”.

“Estoy relajado. Estoy tranquilo”, añadió. Pero “si llegara el proyecto musical adecuado e interesante para mí, lo haría sin dudarlo”.



Source link

You may also like